LAS VITAMINAS
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as vitaminas son compuestos
heterogéneos imprescindibles para la vida, ya que al ingerirlos de forma
equilibrada y en dosis esenciales promueven el correcto funcionamiento
fisiológico, cabe resaltar que la mayoría de las vitaminas esenciales no pueden
ser elaboradas por el organismo, sin embargo este no puede obtenerlas más que a
través de la ingesta equilibrada de vitaminas contenidas en los alimentos
naturales que consumimos día a día. Las vitaminas son nutrientes que junto
con otros elementos nutricionales actúan como catalizadoras de todos los
procesos fisiológicos (directa e indirectamente).
Las vitaminas son
precursoras de coenzimas, (aunque no son propiamente enzimas) grupos
prostéticos de las enzimas. Esto significa que la molécula de la
vitamina, con un pequeño cambio en su estructura, pasa a ser la molécula activa,
sea esta coenzima o no.
Los requisitos mínimos
diarios de las vitaminas no son muy altos, se necesitan tan solo dosis de
miligramos o microgramos contenidas en grandes cantidades (proporcionalmente
hablando) de alimentos naturales. Tanto la deficiencia como el exceso de los
niveles vitamínicos corporales pueden producir enfermedades que van desde leves
a graves e incluso muy graves como la pelagra o la demencia entre
otras, e incluso la muerte. Algunas pueden servir como ayuda a las enzimas que
actúan como cofactor, como es el caso de las vitaminas hidrosolubles.
La deficiencia de vitaminas
se denomina hipovitaminosis mientras que el nivel excesivo de
vitaminas se denomina hipervitaminosis
Cabe resaltar y está
demostrado que las vitaminas del grupo B son imprescindibles para el
correcto funcionamiento del cerebro y el metabolismo corporal. Este grupo es
hidrosoluble (solubles en agua) debido a esto son eliminadas principalmente por
la orina, lo cual hace que sea necesaria la ingesta diaria y constante de todas
las vitaminas del complejo “B” (contenidas en los alimentos naturales).
CLASIFICACIÓN DE LAS VITAMINAS
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sí mismo las
vitaminas se pueden clasificar según su solubilidad: como sí lo son en agua
hidrosolubles o si lo son en lípidos liposolubles. Tal como es en el caso de
los seres humanos hay 13 vitaminas que se clasifican en dos grupos: (9)
hidrosolubles (8 del complejo B y la vitamina C) y (4) liposolubles (A, D, E y
K).
Vitaminas liposolubles
Las vitaminas
liposolubles, A, D, E y K, se consumen junto con alimentos que contienen grasa. Es decir son las que
se disuelven en grasas y aceites. Se almacenan en el hígado y en los tejidos
grasos. Debido a que se pueden almacenar en la grasa del cuerpo no es necesario
tomarlas todos los días por lo que es posible, tras un consumo suficiente,
subsistir una época sin su aporte.
Sin embargo, si se
consumen en exceso (más de 10 veces las cantidades recomendadas) estas pueden
resultar tóxicas. Más que todo esto les puede ocurrir sobre todo a deportistas,
cabe resaltar que aunque mantienen una dieta equilibrada recurren a suplementos
vitamínicos en dosis elevadas, con la idea de que así pueden aumentar su
rendimiento físico. Esto es totalmente falso, así como la creencia de que los
niños van a crecer más si toman más vitaminas de las necesarias.
Las vitaminas liposolubles son:
Vitamina A (retinolftalina)La vitamina A, retinol o antixeroftálmica, es una vitamina
liposoluble (es decir que es soluble en cuerpos
grasos, aceites y que no se puede liberar en la orina como
normalmente lo hacen las vitaminas hidrosolubles) que se requiere en
varios procesos biológicos, tales como es la visión, el desarrollo
del sistema inmunitario, la formación y mantenimiento de las células
epiteliales (de la piel y las mucosas), el desarrollo embrionario y
el crecimiento.
Cabe resaltar que la vitamina A es un nutriente esencial para el
ser humano. Se conoce también como retinol,
ya que genera pigmentos necesarios para el funcionamiento de
la retina. Desempeña un papel importante en el desarrollo de una buena
visión, especialmente ante la luz tenue. También se puede requerir para la
reproducción y la lactancia. El β-caroteno, que tiene
propiedades antioxidantes que ayudan a eliminar radicales libres
previniendo el envejecimiento celular, es un precursor de la vitamina A. El
retinol puede oxidarse hasta formar el ácido retinoico, un ácido de uso
medicinal. Esta vitamina posee 3 vitameros (vitaminas que tienen más
de una forma química) son el retinol,
el retinaly el ácido retinoico.
Déficit de vitamina A:
Hay que destacar que dentro de las
primeras manifestaciones que ocasiona el déficit de vitamina A (Avitaminosis),
se encuentran los problemas de la vista, y más concretamente en la visión
nocturna. Un déficit prolongado genera una serie de cambios radicales a nivel
ocular, entre ellos la xeroftalmia.8 El proceso ocurre de forma progresiva.
Primero se produce sequedad en la conjuntiva (xerosis) y el epitelio normal del
conducto lagrimal y de la mucosa es reemplazado por un epitelio queratinizado.
Luego, ocurre una acumulación de la queratina en placas pequeñas (manchas de
Bitot) y finalmente se produce una erosión de la superficie rugosa de la
córnea, con ablandamiento y destrucción de la misma (queratomalacia), lo cual
desemboca en una ceguera total. Otros cambios incluyen el incremento de la
susceptibilidad a las infecciones bacterianas, parasitarias o virales,
hipoqueratosis, queratosis pilaris y metaplasia escamosa del epitelio que cubre
vías respiratorias, urinarias hasta llegar a un epitelio queratinizado, la piel
se vuelve áspera, seca, con escamas al igual que el cabello y las uñas.
Exceso de vitamina A
Debido a que la
vitamina A es liposoluble y no se excreta con facilidad, es posible llegar
a consumir un exceso a través de la dieta, a diferencia de las vitaminas
hidrosolubles como las del complejo B o la vitamina C. Algunos de sus efectos
tóxicos son la aparición de náuseas, ictericia,
irritabilidad, anorexia, la cual no debe ser confundida con anorexia
nerviosa (trastorno alimentario), vómitos, visión borrosa, dolor de
cabeza, dolor y debilidad muscular y abdominal, somnolencia y estados de
alteración mental.
La toxicidad aguda
ocurre generalmente con dosis de 25000 UI/kg, mientras que la toxicidad
crónica, ocurre con 4000 UI/kg diarias por 6-15 meses. Sin embargo, la
toxicidad hepática puede ocurrir a niveles más bajos, con 15000 UI diarias. En
individuos con fallo renal, 4000 UI pueden causar daños importantes.
Además de esto, un consumo excesivo de alcohol puede incrementar esta
toxicidad.
En casos crónicos, se
evidencia fiebre, insomnio, vómito, fatiga, pérdida de peso, fracturas óseas,
anemia y diarrea. Es importante destacar que los cuadros tóxicos solo se
producen con el uso de la vitamina A preformada (retinoide) (como la
proveniente del hígado), mientras que el consumo excesivo de verduras o
frutas hipercatorenosis, las formas carotenoides (como los betacarotenos) no
generan tales síntomas, simplemente este exceso se acumula en la piel
produciendo un color amarillo en la palma de las manos, pero no se considera
peligroso para la salud.
Vitamina D
La vitamina D calciferol o antirraquítica es
un heterolipido insaponificable del grupo de
los esteroides. Se le llama
también vitamina antirraquítica ya que su deficiencia
provoca raquitismo. Es una provitamina soluble en grasas y se puede
obtener de dos maneras:
·
Mediante la ingestión de
alimentos que contengan esta vitamina, por ejemplo: la leche y el huevo.
·
Por la transformación del colesterol o
del ergosterol (propio de los hongos) debido a la exposición a los rayos
solares UV.
Se estima que
1000 IU diarias es la
cantidad de vitamina D suficiente para un individuo sano adulto ya sea hombre o
mujer.
La vitamina D es la
encargada de regular el paso de calcio (Ca2+) a los
huesos. Por ello si la vitamina D falta, este paso no se produce y los huesos
empiezan a debilitarse y a curvarse produciéndose malformaciones irreversibles:
el raquitismo. Esta enfermedad afecta especialmente a los niños.
La vitamina D tiene un
papel importante en el mantenimiento de órganos y sistemas a través de
múltiples funciones, tales como: la regulación de los niveles de calcio y
fósforo en sangre, promoviendo la absorción intestinal de los mismos a partir
de los alimentos y la reabsorción de calcio a nivel renal. Con esto contribuye
a la formación y mineralización ósea, siendo esencial para el desarrollo del
esqueleto. Sin embargo, en dosis muy altas, puede conducir a la reabsorción
ósea.
También inhibe las
secreciones de la hormona paratiroidea (PTH) desde la glándula paratiroides y
afecta el sistema inmune por su rol inmunosupresor, promoción de fagocitosis y
actividad antitumoral.
La deficiencia de
vitamina D puede resultar del consumo de una dieta no equilibrada, a una
inadecuada exposición solar; también puede ocurrir por desórdenes que limiten
su absorción, o condiciones que limiten la conversión de Vitamina D en
metabolitos activos, tales como alteraciones en hígado o riñón, o raramente por
algunos desórdenes hereditarios.
La deficiencia de la
vitamina D ocasiona disminución de la mineralización ósea, conduciendo a
enfermedades blandas en los huesos, tales como raquitismo en niños
y osteomalacia en adultos, incluso se asocia con la aparición de osteoporosis.
Por otra parte, algunas investigaciones indican que la deficiencia de vitamina
D está vinculada a la merma de la función cognitiva y al cáncer de colon.
Vitamina E:
El tocoferol es
el nombre de varios compuestos orgánicos conformados por varios
fenoles metilados, que forman una clase de compuestos químicos llamados
tocoferoles de los cuales varios actúan como vitamina E. Debido a su
actividad de vitamina, el primer tocoferol fue identificado por primera vez en
1936 a partir de la actividad de un factor dietético de fertilidad en ratas, y
se le llamó así por la combinación de las palabras griegas “τόκος”
[nacimiento], y “φέρειν” [tener o llevar], que en conjunto signfican
"llevar un embarazo", con la terminación -ol que indica su estatus
de alcohol químico.
La vitamina K:
También conocida
como fitomenadiona o vitamina antihemorrágica, es un
compuesto químico derivado de la 2-metil-naftoquinona.
Son vitaminas lipofilicas (solubles en lipidos) dado que
son hidrofobas (insolubles en agua), principalmente requeridas en los
procesos de coagulación de la sangre. Pero también sirve para
generar glóbulos rojos. La vitamina K2 (menaquinona) es producida
normalmente por una bacteria intestinal, y la deficiencia dietaria es
extremadamente rara, a excepción que ocurra una lesión intestinal o que la
vitamina no sea absorbida.
Fue descubierta
en 1935 por el danés HenrikDamal intentar curar a unos pollos
que morían en poco tiempo de una enfermedad hemorrágica grave; es fundamental
por tanto para la coagulación . Se conocen tres formas: natural, filoquinoma o vitamina K1, presente en plantas
verdes; menaquinoma o vitamina
K2, que se produce en la flora intestinal; y el compuesto
sintético menadiona o vitamina
K3. Esta última es liposoluble (se disuelve en grasas) y las dos
anteriores se obtienen de forma soluble (hidrofílicas, se diluyen en agua).
Se puede señalar que
estas vitaminas no contienen nitrógeno, son solubles en grasa, y por tanto, son
transportadas en la grasa de los alimentos que la contienen. Por otra parte,
son bastante estables frente al calor (la vitamina C se degrada a 90º en
oxalatos tóxicos). Se absorben en el intestino delgado con la grasa alimentaria
y pueden almacenarse en el cuerpo en mayor o menor grado (no se excretan en la
orina). Dada a la capacidad de almacenamiento que tienen estas vitaminas no se
requiere una ingesta diaria.
vitaminas
hidrosolubles
Las vitaminas
hidrosolubles que se disuelven en agua, como el agua que tomamos de la
llave. Se trata de coenzimas o precursores de coenzimas, necesarias
para muchas reacciones químicas del metabolismo del organismo
Se caracterizan porque
se disuelven en agua, por lo que pueden pasarse al agua del lavado o de la
cocción de los alimentos. Muchos alimentos ricos en este tipo de vitaminas no
aportan, al término de su preparación, la misma cantidad que contenían
inicialmente. Para recuperar parte de estas vitaminas (algunas se destruyen con
el calor), se puede aprovechar el agua de cocción de las verduras.
Algunas vitaminas
hidrosolubles son la vitamina C (ácido ascórbico) y las vitaminas
del grupo B –B1 (tiamina), B2 (rivoflavina), B3 (niaccina o ácido
nicotínico), B5 (acido pontea netico), B6 (fosfato de peridocsal), B7 (biotina),
B9 (acido fólico) y B12 (cianocobalamina)
El exceso de vitaminas
hidrosolubles se excreta por la orina, por lo que no tienen efecto tóxico por
muy elevada que sea su ingesta, aunque se podría sufrir anormalidades en el
riñón por no poder evacuar la totalidad de líquido.
En diferencia de
las vitaminas liposolubles, las vitaminas hidrosolubles no se almacenan en
el organismo. Esto hace que deban aportarse regularmente, y solo puede
prescindirse de ellas durante algunos días.
MINERALES
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os
minerales son los elementos naturales sin embargo estos no son orgánicos que
representan entre el 4 y el 5 por ciento del peso corporal del organismo y que
están clasificados en macro minerales y oligoelementos. Cabe resaltar que el ser
humano los necesita para mantener el buen funcionamiento del cuerpo y garantizar, entre otros, la formación de los huesos, la regulación del ritmo cardíaco y
la producción de las hormonas.
Tipos
de minerales
Los
minerales pueden dividirse en macrominerales y oligoelementos.
Macro minerales
En
la dieta normal, los macro minerales son aquellos que el organismo necesita en
cantidades más grandes. En este grupo se incluyen el calcio,
fósforo, magnesio, potacio, azufre, cloro y sodio.
Asi
mismo las funciones de cada uno de los macrominerales son muy amplias y algunas
aún se desconocen. Sin embargo, son necesarios para que las funciones del organismo se desarrollen con
normalidad. Por esta razon los especialistas señalan
que la mejor forma de obtenerlos es a través de la dieta. Los alimentos que
contienen macrominerales son muchos. Podemos encontrarlos asi mismo en:
Los
minerales que aportan calcio, uno de los responsables en la formación de los dientes y de los
huesos, están presentes fundamentalmente en los lácteos y los derivados
lácteos. Además, también podemos encontrar el calcio en hortalizas de hojas
verdes, como el repollo, el brócoli, la col rizada, los nabos o la berza común,
el salmón, las sardinas, frutos secos como las almendras o las semillas de
girasol y legumbres secas, entre otros productos.
En
el caso del magnesio, uno de los
macroelementos que participa en la actividad de muchas enzimas, se puede
encontrar principalmente en vegetales, en frutas como el albaricoque o en
frutos secos, uno de los grupos de alimentos que más magnesio contienen.
Además, las legumbres, los cereales o el tofu son una gran fuente de magnesio.
El fósforo es otro de los macroelementos que participa en la formación de los dientes y los huesos junto con el calcio. Se puede obtener principalmente en productos proteícos como la carne y la leche. Otros alimentos que lo contiene son los cereales y el pan integral.
El potasio participa en la comunicación entre los nervios y los músculos. Principalmente puede obtenerse de verduras como las espinacas, de las uvas o las moras, de las zanahorias, los plátanos, las patatas y las naranjas.
El azufre participa en la síntesis del colágeno e interviene en el metabolismo de los lípidos, entre otras funciones. El queso, las legumbres, la cebolla, el ajo, los frutos secos, la carne roja y las legumbres son los alimentos que contienen este macromineral.
El cloro ayuda a mantener el equilibrio de los líquidos corporales. La principal fuente de la que lo obtiene el ser humano es de la sal de cocina y de verduras como las algas marinas o la lechuga. Los tomates, las aceitunas, el centeno y el apio son algunos de los alimentos que también contienen niveles altos de apio.
El fósforo es otro de los macroelementos que participa en la formación de los dientes y los huesos junto con el calcio. Se puede obtener principalmente en productos proteícos como la carne y la leche. Otros alimentos que lo contiene son los cereales y el pan integral.
El potasio participa en la comunicación entre los nervios y los músculos. Principalmente puede obtenerse de verduras como las espinacas, de las uvas o las moras, de las zanahorias, los plátanos, las patatas y las naranjas.
El azufre participa en la síntesis del colágeno e interviene en el metabolismo de los lípidos, entre otras funciones. El queso, las legumbres, la cebolla, el ajo, los frutos secos, la carne roja y las legumbres son los alimentos que contienen este macromineral.
El cloro ayuda a mantener el equilibrio de los líquidos corporales. La principal fuente de la que lo obtiene el ser humano es de la sal de cocina y de verduras como las algas marinas o la lechuga. Los tomates, las aceitunas, el centeno y el apio son algunos de los alimentos que también contienen niveles altos de apio.
Al
igual que el potasio, el sodio ayuda en las funciones de los nervios
y los músculos y junto con el cloro, en el mantenimiento del equilibrio de los
líquidos corporales. La mayor fuente de sodio es el cloruro de sodio, más
conocido como sal común.
Oligoelementos
Respecto
a los oligoelementos, estos son los minerales que el organismo sólo
requiere en pequeñas cantidades. Los principales
oligoelementos son: hierro, manganeso, cobre, selenio, yodo, cobalto, cinc y flúor. Tanto la
falta de estos minerales, como su exceso pueden tener consecuencias muy graves
para la salud.
Podemos
encontrar los oligoelementos en:
Entre
otras funciones, el hierro participa en el transporte de oxígeno y su déficit puede provocar
anemia. Se encuentra principalmente en la carne roja, las legumbres, el salmón,
el atún, las frutas deshidratadas, los huevos, las ostras o los cereales, entre
otros alimentos.
El manganeso es imprescindible para el buen funcionamiento del organismo. Las nueces, el té, las legumbres, las semillas, las verduras de hoja verde y los cereales integrales son la principal fuente natural de este oligoelemento.
La formación de los glóbulos rojos está vinculada con el cobre. Este mineral se puede obtener del marisco, las legumbres, las nueces, las patatas, las verduras de hoja verde y las frutas deshidratadas, entre otros.
El selenio participa en actividades como la reproducción la regulación de la hormona tiroidea. Al igual que otros oligoelementos, está disponible en la carne, la leche y sus derivados, el pan y los cereales y el marisco.
El yodo participa en la producción de las hormonas tiroideas y ejerce un papel fundamental durante el embarazo. Las personas pueden obtenerlo de pescado como el atún o el bacalao, del marisco, los lácteos, los cereales, la sal común y algunas frutas y vegetales.
El cobalto actúa para estimular y conseguir el buen funcionamiento de los glóbulos rojos. Se encuentra fundamentalmente en almejas, pescados, quesos, carne roja, en cereales integrales, en frutas como las peras, las cerezas, las legumbres y en frutos secos como las avellanas y las nueces, entre otros.
El manganeso es imprescindible para el buen funcionamiento del organismo. Las nueces, el té, las legumbres, las semillas, las verduras de hoja verde y los cereales integrales son la principal fuente natural de este oligoelemento.
La formación de los glóbulos rojos está vinculada con el cobre. Este mineral se puede obtener del marisco, las legumbres, las nueces, las patatas, las verduras de hoja verde y las frutas deshidratadas, entre otros.
El selenio participa en actividades como la reproducción la regulación de la hormona tiroidea. Al igual que otros oligoelementos, está disponible en la carne, la leche y sus derivados, el pan y los cereales y el marisco.
El yodo participa en la producción de las hormonas tiroideas y ejerce un papel fundamental durante el embarazo. Las personas pueden obtenerlo de pescado como el atún o el bacalao, del marisco, los lácteos, los cereales, la sal común y algunas frutas y vegetales.
El cobalto actúa para estimular y conseguir el buen funcionamiento de los glóbulos rojos. Se encuentra fundamentalmente en almejas, pescados, quesos, carne roja, en cereales integrales, en frutas como las peras, las cerezas, las legumbres y en frutos secos como las avellanas y las nueces, entre otros.
El cinc es uno de
los oligoelementos que ayuda a que el sistema autoinmune funcione de forma
adecuada. Se encuentra principalmente en la carne del cerdo y del cordero, en
legumbres, levadura y las nueces. Las frutas y las verduras no contienen tasas
elevadas de este mineral.
Por último, el flúor interviene en la formación y en el fortalecimiento de los huesos y los dientes. Se encuentra en las aguas fluoradas, el té, el café, el pescado, el marisco y en vegetales como las espinacas o la col.
Por último, el flúor interviene en la formación y en el fortalecimiento de los huesos y los dientes. Se encuentra en las aguas fluoradas, el té, el café, el pescado, el marisco y en vegetales como las espinacas o la col.
EL SODIO:
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l sodio es un elemento químico de símbolo Na con número atómico 11 que fue aislado por SIR HUMPHRY en 1807. Es un metal
alcalino blando, untuoso, de
color plateado, muy abundante en la naturaleza, encontrándose en la sal marina
y el mineral halita. Es muy
reactivo, arde con llama amarilla, se oxida en presencia de oxígeno y reacciona
violentamente con el agua..
El
sodio está presente en grandes cantidades en el océano en forma ionica. También es un componente de
muchos minerales y un elemento esencial para la vida.
POTASIO:
E
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lemento
químico de número atómico 19, masa atómica 39,102 y símbolo K ;
es un metal alcalino plateado, blando y ligero, que se oxida fácilmente y
produce llama en contacto con el agua; se encuentra en grandes cantidades en la
naturaleza en algunos minerales y en el tejido vegetal y animal, y es uno de
los componentes fundamentales de los suelos fértiles; se usa en las células
fotoeléctricas, y sus compuestos tienen numerosísimas aplicaciones.
CLORO:
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lemento
químico de número atómico 17, masa atómica 35,453 y símbolo Cl ;
es un gas del grupo de los halógenos, de color amarillo verdoso y olor fuerte e
irritante, peligroso en altas concentraciones, que no se halla en estado libre
en la naturaleza; se usa para blanquear papel y otros materiales orgánicos,
para destruir gérmenes del agua y para preparar bromo y otros productos
importantes.
"el
cloro fue la primera sustancia utilizada como gas venenoso en la Primera Guerra
Mundial"
FÓSFORO:
E
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lemento
químico de número atómico 15, masa atómica 30,98 y símbolo P ;
es un no metal sólido, amarillento, ceroso, de olor desagradable, muy
combustible y venenoso, que emite luz en la oscuridad; se presenta en tres
formas alotrópicas: fósforo ordinario o blanco, fósforo rojo y fósforo negro;
es muy abundante en la naturaleza, en donde no se da en estado puro, sino en
forma de fosfatos; sus compuestos se usan como fertilizantes, para preparar
raticidas y elaborar fósforos o cerillas.
"el
fósforo es un elemento importante en la fisiología de animales y plantas y está
presente en todos los huesos animales en forma de fosfato cálcico"
EL HIERRO:
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lemento
químico de número atómico 26, masa atómica 55,84 y símbolo Fe ;
es un metal del grupo de los elementos de transición, de color blanco plateado,
blando, dúctil, maleable, magnético y oxidable, que es muy abundante en la
naturaleza formando compuestos y se extrae principalmente de la hematites;
puede recibir diferentes tratamientos que le confieren propiedades distintas y
usos diversos; principalmente se usa para fabricar herramientas, estructuras y
objetos.
"en
medicina, el hierro se utiliza para el tratamiento de la anemia"